lunes, 30 de abril de 2012

La lágrima que colma el alma


La alegría es así como la chica guapa. La tristeza sería como la hermana fea.

No es en absoluto fea, pero ella piensa que sí. Ella no brilla como la otra, no hace reír, no ilumina la sala cuando entra. La gente procura no recordarla, en una reunión se intenta no hablar de ella  y en un baile nadie la sacaría a bailar.  Por eso cree que es fea.

La tristeza es silenciosa, apenas hace ruido.
La tristeza cala como una lluvia fina.

Cuando cala, se queda dentro. Entra muy profundo. Hondo. Y ahí permanece callada, quieta, muda pero latente.  No es un virus. Es tan sano tenerla como tener vitaminas, o minerales.

La tristeza, la honda, la que nos toca el alma, la que nadie saca a bailar, siempre aflora porque es tan antigua como la vida misma.
Aflora porque es vida y la vida vive.

Siempre hay una última lágrima que ya no cabe en el lagrimal y ese desborde lo agradece el alma, harta de hacer que puede con todo.

 La tristeza no es guapa, es hermosa.

6 comentarios:

  1. Haces que me reconcilie con la tristeza. Gracias, guapa, leerte es, a buen seguro, la mejor cosa que me ha pasado hoy.

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    1. Creo que le tenemos un rechazo que no se merece.
      Gracias por lo que me dices.

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  2. hola susi al fin me he mirado el blog... y me encanta. tendre que hacerme de tiempo, pero es otra manera de conocerte. un besote

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